La mayor parte de las personas nos identificamos con algún tipo de música, sea por simple gusto o por verdadera afinidad con un genero en especifico, hay quienes toman de la música misma un estilo de vida, una manera de ver el mundo, un punto de partida hacia algún lugar que parezca más amable que esta vida puta llena de inconsistencias y conflictos que involuntariamente afrontamos y que de alguna forma moldea nuestra vida diaria, nuestras necesidades, nuestros deseos, nuestra ideología, es decir estamos determinados por la situación biográfica que nos toco afrontar irremediablemente, pero, la música tiene esa capacidad de hacernos sentir en otro sitio, yo amo el rap, gusto de hacer líneas y rapear sobre sobre una buena base y dejar que fluyan los versos, es posible que haya quien no comprenda este gusto extremo por los bombos y las cajas, esta adicción al bolígrafo y al papel, esa necesaria dosis que me hace mover el cuello y definitivamente da un poco mas de ritmo a mi andar por las calles de esta ciudad.
En un principio, comenzó por medio de la atracción estética hacia el graffiti, muchos de los que hacemos rap en este país generalmente comenzamos por medio de esta forma de expresión, he de ser sincero y mencionar que en el pasado no tenia quizás el cumulo de críticas que hoy día tengo hacia la falta de calidad y criterio de algunos graffiteros, pero de igual modo debemos recalcar que en la actualidad existe una escena muy desarrollada que con todo y sus problemas ha adquirido mucho reconocimiento y prestigio, aquel entonces tenía 13 años para entonces corría el año de 1997 y ya sonaba por mi vecindario mucho rap, de mas estaría decir que a partir de este momento no se separaría de mi hasta el día de hoy, cerca del 2000 hice una breve pero fructífera incursión en el Break Dance, ya sabes, ese baile extraño a un ritmo acelerado que hace parecer los cuerpos de las personas como muñequitos de goma girando sobre el suelo, para el 2001 ya comenzaba a escribir mis primeras letras que a decir verdad no eran del todo alentadoras y siendo sincero en realidad eran verdaderamente malas y eso lo podríamos acentuar si checáramos los primeros Black tapes caseros que por cierto creo que aún conservo y no pretendo prestar, para 2003 por causas de fuerza mayor me aleje del ámbito contracultural que para mi resultaba tan importante por causas de fuerza mayor, ya sabes, trabajo, novia, mmm novia , demonios acabo de caer en cuenta de que desperdicie tiempo muy valioso en una relación sin futuro, en fin, producto de este percance para 2006 y 2007 ya estaba trabajando en las letras de NEUROEZKIZOFRENIKLAUSTROFOBIKHO que salió a la luz en el mes de octubre de 2007 y del cual destacan temas como DESENCUENTROS, VIRGO, A LA ORILLA DE TU OMBLIGO Y DE LEJOS SE VEN LOS TOROS que dio como fruto cierto reconocimiento entre la comunidad hip hop de aquel momento, no obstante el trabajo lirico no permite descansos y para finales de 2008 y principios de 2009 ofreció la oportunidad de grabar un LP titulado Telekinesis que consta de 16 tracks de rap con diversas temáticas pero siempre como en un inicio basado en experiencias personales y sucesos cotidianos que vio la luz en marzo de este año y se encuentra disponible en tiendas de hip hop de renombre en esta ciudad .
Actualmente me encuentro trabajando en un EP titulado Flores rotas el cual se publicara en la página www.myspace.com/watekeroots el 1de Octubre de este año
Mi seudónimo de MC es Watto así a secas pertenezco a un proyecto colectivo llamado Stygmatyck radico en Naucalpan de Juárez también administro un blog en el cual puedes encontrar textos mal viajados y poco más el cual es
http://wattorap.metroblog.com/
Y la pregunta obligada es porque amo el rap?
Pues la respuesta es igual de sencilla, porque la música sea cual sea el género, siempre ayudara a los seres humanos a ver el mundo con otros ojos, y en el caso del rap, a mi me hace escribir lo que veo y lo que no deseo ver, lo que siento y lo que no deseo sentir, cuestión de dualidades que todos comprendemos y estaría de mas discutir ya que al final ni todos los argumentos más geniales me harían desistir de esta labor.